martes, 1 de junio de 2010

Bicentenario real y Bicentenario virtual

Por Carlos Antúnez

¿Cómo se puede interpretar esto? A los festejos del Bicentenario en la 9 de Julio asistieron 6 millones de personas, pero 34 millones no. ¿Éxito ó fracaso?

Si tomáramos el mismo parámetro para medir realidades que los monopolios de la información y sus voceros políticos utilizaron en la elección parlamentaria del 28 de Junio de 2009, titularíamos “34 millones de argentinos no asistieron a los festejos del Bicentenario en la 9 de Julio”.
De allí se podría deducir que una amplia minoría fue la que asistió a los festejos, mientras que la gran mayoría de los argentinos le dio la espalda.
Matemáticamente ésta lógica sonaría verosímil, pero -siempre hay un pero- la percepción de la realidad nos demuestra que es de una falsedad flagrante.
Cualquier lector, independientemente de sus simpatías políticas, entenderá que esa visión es mentirosa y propia de un escriba “fullero”.
Ahora, si ésta misma lógica la trasladamos a otros acontecimientos, veremos que dicha construcción de la realidad es dada como veraz por muchos. Podemos comenzar por las elecciones del 28 de Junio de 2009, donde se nos dijo y se nos repitió hasta el cansancio que la sociedad había “castigado” al Gobierno ya que “un 70% les votó en contra”, escondiendo que en realidad ningún otro contendiente había logrado superarlo en cantidad de votos a nivel nacional.
Luego se nos dice que el aumento en la matriculación escolar no es debido a la AUH, sino que por efecto de la crisis y la inflación la gente debe sacar a sus hijos de las escuela privadas y enviarlas a las del Estado y éstas no tienen cupo; y que en realidad la AUH, sólo hace que aumenten la venta de paco y el escolazo.
También se nos dijo que el superávit del año pasado fue porque disminuyeron las importaciones y que eso es malo para el país (?), que “la gente” está enfrentada entre sí y hasta se nos dijo que la gente ya no soporta más a los Kirchner y que “quieren matarlos” (Carrió dixit) –Cosa que bien pudo comprobarse éste 25 de Mayo, cuando la Presidenta junto con siete Presidentes de Sudamérica caminaron entre esa “minoría” que estaba en los festejos, desde Casa de Gobierno hasta el Cabildo y desde allí hasta el palco en la 9 de Julio, y para el que no vive en Bs. As. le diré que son 10 cuadras.
Si pensamos en todo esto, vemos que cuando la Presidenta dio su discurso el 1º de Mayo en la apertura de las sesiones Legislativas y dijo eso del “País real y el País virtual”, y que muchos criticaron, tenía razón. Entonces viene la comparación fácil, el País real estuvo en la 9 de Julio, mientras que el país virtual se dio cita en el Colón, junto a los Ricky Fort, a los De Narváez, a las Mirthas y a las Susanas, con Macri, Cobos, De la Rúa y otros más.
Y si bien en ésa minoría (de 6 millones), se podía ver alegría, ganas de participar y optimismo, sería muy necio pensar que eran todos Kirchneristas. Allí estábamos todos, Kirchneristas, no Kirchneristas y anti Kirchneristas. Lo que si podemos decir es que, y mal que le pese a los agoreros de siempre, no eran “mutantes y buscas que patrullaban la Ciudad Bicentenarizada” –según Pepe Eliaschev-, ni personas desesperadas que aprovechan las fiestas populares para desahogarse durante las crisis.
Yo estuve junto a mi familia y pese a no poder ingresar a ningún stand por la cantidad de personas que había en las colas –también debido a mi falta de paciencia para esos menesteres- vi familias completas, algunos con cochecitos de bebés, con niños, hasta estaban los abuelos y todos con una sonrisa en la cara, si agresividad, sin puteadas ante los empujones y pisotones inevitables, actitudes éstas muy distintas a aquellas multitudes que se ven en esas fiestas para “exorcizar crisis”, además no hubo ni heridos siquiera que ameritaran algún titular catástrofe, ni siquiera se accidentó nadie de “Fuerza Bruta”. Por lo que se ve el, o la, que afirmó eso jamás estuvo en ninguna celebración popular o miente descaradamente.
Debo agregar que tampoco me parecieron, ni me sentí ningún “mutante rodeado de un pronunciado aire de ajenidad”
Es que esa tan mentada división o crispación, u odios enfrentados no se ve en el País real, es solo producto del odio visceral de los que añoran, como viejas en la peluquería, otras épocas donde las cosas estaban en su lugar, casi como en 1910 o, sin ir más lejos, en la pasada década de los ’90.
Es entonces que a uno no le queda más que pensar que el odio de ésta gente no es al Kirchnerismo en general, ni a Néstor o a Cristina en particular. Odian al Pueblo y a todo lo que éste representa. Al verdadero Pueblo argentino, a ese que en otro momento se le llamó Barbarie, Chusma, Aluvión Zoológico y otras lindezas por el estilo, quedando para esa porción “decente y principal” –la del Colón, podríamos decir- la denominación de pueblo, muy al estilo del Demos griego de la floreciente Atenas, tan admirada por los Grondonas, aunque siempre necesitaron de Esparta para imponerla por éstos lares.
Por eso es cada vez más evidente que la verdadera discusión pasa por dos modelos diferentes de País, tan diferentes como los festejos del 1º y el 2º Centenario de la Patria, la elección es nuestra, del Pueblo argentino.
Nosotros ya elegimos.

Publicado en http://indecquetrabaja.blogspot.com/